«Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de entablar relaciones enriquecedores y no destructivas, ya que lo semejante se atrae entre sí, la salud llama a la salud, y la vitalidad y la generosidad de ánimo son más apetecibles que el vacío afectivo y la tendencia a aprovecharse de los demás» (Branden, 2010, p. 2).
Desde la niñez escuchamos afirmaciones negativas. Nuestros padres no siempre han estado preparados para darnos una educación respetuosa.
¿Dónde se ve reflejado?
Todos hemos tenido éxitos y fracasos. Nos hemos sentido queridos y rechazados por alguien. Es posible que ante estos rechazos una parte de nosotros nos pueda decir cosas desagradables sobre nosotros mismos: «No soy suficiente», «La gente se aburre conmigo», «Soy débil», «Nadie me quiere», «Nada me sale bien», etc.
Estas creencias nos pueden alejar de nuestro verdadero potencial y limitar nuestras vidas en diferentes ámbitos. Concluimos que tenemos una baja autoestima. Pero ¿qué es la autoestima? ¿Cómo saber si alguien tiene una buena autoestima?
Solemos pensar que las personas que tienen una buena autoestima actúan con determinación, saben decir que no y defienden sus intereses, sonríen y buscan la interacción con los demás, se proponen metas y se esfuerzan hasta alcanzarlas. Hacen cosas que a otros podrían darles miedo.
Y lo que intuimos que podría rondar en sus cabezas: tienen una alta motivación, piensan en positivo y confían en que lograrán hacer lo que se proponen.
Así que pensamos que cuando una persona reúne todas estas emociones, comportamientos y pensamientos tienen una buena autoestima.
Muchas personas suelen decir: «Si pensara de otra manera o sintiera más confianza cambiarían muchas cosas».
¿Qué tal si fuera lo opuesto? Cambiando nuestros patrones de comportamiento cambiarían las emociones y pensamientos.
Por ejemplo, la primera vez que subiste a una bicicleta seguro que tuviste pensamientos limitantes como: «Me haré daño», «Es muy difícil», «No quiero hacerlo». Estas emociones han desaparecido con los años.
Cuando nos vemos a nosotros mismos haciendo cosas valiosas y actuando como nos gustaría, experimentamos sensaciones positivas y las emociones limitantes se desvanecen.
Ahora bien, hablemos de estas creencias limitantes. Cuando nos sentimos desaprobados, rechazados, impotentes… esto nos puede causar dudas sobre nosotros mismos en forma de miedo a equivocarnos o ser rechazados, pensamientos de debilidad o no sentirnos suficientes. Esto nos aleja de nuestra esencia y nos hace experimentar una autoestima baja.
Sin embargo, el miedo se diluye cuando vivimos las experiencias, tal como hemos visto en el ejemplo de subirse a una bicicleta. No funcionaría sentarse frente a la bicicleta hasta que el miedo se vaya; hay que subir y ganar confianza (activital.es).
¿Cómo cambiar a patrones positivos?
A continuación hablaré de afirmaciones positivas y cómo crear la tuyas propias.
Tu cerebro está diseñado para reajustarse y hacer cambios acordes con tus experiencias. Tus experiencias de vida tejen nuevas vibraciones, conexiones y emociones para tu cerebro. Y tus pensamientos también cuentan como experiencias.
«La repetición de pensamientos hace que se integren en tu red neuronal y consoliden sinapsis».
Con este patrón de pensamientos, lo más probable sería que sigas en ese círculo de pensamientos generando las mismas emociones. Por ejemplo, si tienes pensamientos negativos acerca de tu familia o empleo que te hacen sentir angustiado y frustrado, es muy posible que a largo plazo integres estas emociones y pensamientos a una red neuronal.
Si no tienes una práctica consciente diaria donde puedas estar en contacto con tus emociones, es muy posible que estés controlado por tus pensamientos, perdiendo el control de tus emociones y sintiéndote fuera de ti.
En este blog te mostraré que puedes aprender a tener el control de tu proceso mental, estimulando tu maquinaria neuronal para integrar estados positivos, sentimientos amorosos y pensamientos amables sobre nosotros mismos.
Las afirmaciones positivas te permitirán vivir más expansivamente. Esto sucede con la:
– Autosugestión
– Activando estados de ánimo
– Calmando el sistema nervioso
– Fortaleciéndonos internamente
Las afirmaciones positivas no se transforman en magia, aunque sí que nos ayudan a transformar lo que percibimos e interpretamos en situaciones cotidianas.
Al reemplazar estos patrones negativos por patrones positivos, las estructuras neuronales se reajustan, ayudándonos a romper con los patrones negativos viejos y dándonos una sensación de bienestar.
Con cada afirmación creas una experiencia positiva nueva en el presente. Y cuanto más la practiques, más duradera será la relación con estas células nerviosas y se integrarán dentro de ti estos nuevos patrones de pensamientos positivos.
A continuación te daré instrucciones de cómo comenzar a construirlas.
1) Identificar qué área queremos mejorar.
– Más gratitud
– Dejar de castigarte
– Más autoestima
– Más confianza
– Más positividad
– Soy digno de ser amado
Elige una y crea la afirmación positiva en tiempo presente, como si fuera una experiencia que estás viviendo en el momento presente.
2) Escribe la afirmación en un papel y pégalo donde puedas verlo a menudo, como en la mesilla de noche de tu habitación o en el espejo del lavabo para leerlo al lavarte los dientes. También puedes ponerte una alarma en el teléfono para repetirla internamente durante el día. Si es posible, repítela en voz alta antes de irte a dormir.
3) Por último, anota en un calendario el día que comenzarás a repetirla y el día que terminarás. Sugiero hacerlo 100 veces al día durante 40 días.
Cuanta más constancia tengas, más fácil será crear resultados neuronales que te ayudarán a experimentar eso que anhelas. Cuando sientas que esta afirmación se ha integrado en ti, pasa a la siguiente área de tu vida que quieras mejorar. Las 100 repeticiones diarias durante 40 días son una guía para llegar a esa integración.
Mindfulness
Si practicas meditación mindfulness o yoga nidra durante tus afirmaciones positivas, eso te ayudará a percibir el presente tal y como es sin pretender controlar nada, activando y calmando tu sistema nervioso.
Tu cerebro estará mucho más receptivo durante la práctica del mindfulness para absorber las afirmaciones. Por ejemplo, puedes despertarte y practicar 10 minutos de meditación mindfulness y repetir 50 veces la afirmación mirándote en el espejo a los ojos. Y por la noche, antes de irte a dormir, practicar 10 minutos de yoga nidra y repetir las otras 50 veces la afirmación para completar las 100 repeticiones diarias. Si lo puedes hacer en voz alta y mirándote en el espejo a los ojos mejor: será mucho más eficaz en tu arquitectura cerebral (magazineturquesa.com).
Referencias:
Branden, Nathaniel (2010): Cómo mejorar su autoestima, Barcelona (España).
https://activital.es/afirmaciones-positivas/. @ Activital: Psicólogo en Madrid & Online.
https://magazineturquesa.com/las-afirmaciones-positivas-y-sus-beneficios-segun-la-psicologia/. © 2019 – Todos los derechos reservados magazineturquesa.com